jueves, 20 de julio de 2017

LAS MONJAS VIOLADAS POR EL EJERCITO ROJO

" Las inocentes", la película de Anne Fontaine, cuenta la historia de unas monjas polacas que fueron violadas por soldados rusos tras finalizar la Segunda Guerra Mundial. La barbarie ocurrió realmente, y gracias a los diarios que escribió el sobrino de la doctora que atendió al convento se conocieron las barbaries que cometió el ejército rojo.


La película adapta este cuaderno de bitácora y sitúa la acción en el invierno de 1945, cuando una joven doctora de la Cruz Roja recibe la visita de una monja polaca que le pide ayuda. Cuando va al convento descubre a varias de ellas en pleno embarazo. La médico desafiará a su institución para ayudarlas, pero las monjas también desafiarán a la Iglesia, ya que muchas decidirán tener el hijo y criarlo, tal como pasó en la vida real. Los soldados vejaron a estas mujeres por su condición de religiosas, pero también por su nacionalidad.
La medicina frente a la fe. Dos mundos que se oponen en Las inocentes. “Existen muchas formas de expresar nuestra fe, no tiene porque ser sólo de una forma religiosa, también lo podemos hacer a través del amor. Cuando la fe viene de dogmas preconcebidos no nos puede ayudar, pero no creer en nada tampoco es bueno”, explicaba la realizadora. 
Las inocentes es un canto a la libertad de la mujer, que cree que sigue viviendo bajo el heteropatriarcado, aunque ella se considere una afortunada: “en la guerra nacen comportamientos horribles, terroríficos, y las mujeres ahora siguen siendo alienadas. En el mundo occidental tenemos una suerte terrible, pero es doloroso pensar que hay mujeres que siguen siendo víctimas”, añade Anne.
En su película, las mujeres adquieren algo de libertad gracias a la rebelión hacia las autoridades marcadas, algo que Anne Fontaine comparte, aunque matiza. “Hay que desobedecer, pero de forma positiva. No hay que ser víctimas de la jerarquía. En la película hay dos mujeres que desobedecen, la primera de ellas al ejército, y la segunda a la madre superiora, y al final consiguen salvar vidas”.
La doctora auxilia a las monjas a pesar de su nacionalidad, la Cruz Roja Francesa sólo atendía a las víctimas francesas en territorio polaco.
La monja se opone a la decisión de la Priora de sacrificar a los bebés para salvaguardar la honra de las religiosas violadas. Los salva de una muerte segura transformando el convente en un hospicio que da albergue a niños huérfanos de la guerra.
La película fue vendida a todo el mundo, pero hay un territorio que se niega a exhibirla, Rusia, que ve el filme como un ataque anticomunista. “No soy anticomunista, te lo aseguro. Creo que Rusia no se encuentra cómoda con esta realidad. Rusia no va a proyectar la película, pero este hecho ocurrió, lo hizo en un momento concreto y en un contexto histórico determinado, pero ellos no quieren mostrar estos aspectos de su historia. Es un momento muy violento que no les pone en valor, pero no es algo anticomunista, los hechos son los que son”, afirmó la directora con seguridad.

 "La violación como arma de guerra sigue siendo una práctica habitual hoy en día, pero a esa violencia parece  que no se le da importancia".

Fuente:"El Español", publicado el 21 de diciembre de 2016

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