miércoles, 21 de febrero de 2018

TROVADORES Y JUGLARES

Surgidos durante la Edad Media, estos músicos muy populares se destacan hasta la actualidad por componer y ejecutar canciones en lugares públicos.

Los trovadores eran músicos y poetas que componían y ejecutaban sus propias canciones. Era un espectáculo de las cortes, pero las composiciones estaban escritas y cantadas en occitano, un idioma casi desconocido.
Este vocablo tiene unos diez siglos de antigüedad y se origina en la contracción de las expresiones "occ" _ que alude a la lengua hablada, bautizada por Dante _ e "itania", sonido que se asocia con Aquitania, antiguo ducado de Francia.
Los primeros trovadores, provenientes de la nobleza, abordaban temas amorosos y políticos. El trovador era un poeta lírico de condición social elevada. La melodía solía ser una sola. Dicen que los trovadores no se ganaban la vida con su arte.
En cambio, los juglares eran músicos ambulantes que memorizaban canciones propias o ajenas, improvisaban, agregaban mímica y dramatización y cantaban en lenguas romances. Era una propuesta más cercana al teatro. Sus temáticas eran del acervo popular y fueron los grandes responsables de la transmisión oral de carácter folklórico.
Entre tantos trovadores y juglares, se vieron algunas mujeres. Durante el siglo Xll eso era un hecho extraordinario que encarnó la "trobairitz" Beatriz de Día. Hija de nobles, esta muchacha nacida en Provenza, escribió, compuso y se acompañaba con una flauta. Casi todos sus temas están perdidos, pero perdura la bella composición: "A chantar m'er de so qu'ieu non volria". En buen castellano: "Ahora deberé cantar de lo que no querría". Beatriz, fémina de vida azarosa, dejó un legado que perdura en las fuertes mujeres de esas regiones.




Ahora deberé cantar de lo que no quería,
Tanto me lamento del que no soy amiga,
Pues le amo más que a cualquier cosa en el mundo,
Pero no valen ante él ni la piedad ni la cortesía
Ni mi belleza ni mi valor ni mi juicio,
Porque soy engañada y traicionada
Como sucedería si fuera poco agraciada...










miércoles, 7 de febrero de 2018

ISABEL ll DE ESPAÑA, LA REINA NINFÓMANA

Isabel ll nació en Madrid en 1830, y ostentó el cargo de Reina de España entre 1833 y 1868.
Tuvo un carácter bastante singular y una vida intensa.
Tras la muerte de su padre, Fernando Vll, sube al trono a los tres años. Su madre María Cristina fue la regente hasta que Isabel cumplió 13 años.
En 1852 sufrió un atentado por parte del cura Martín MerinoEn 1852 quien la atacó con un cuchillo. Curiosamente el estilete golpeó en una de las varillas del corsé, un hecho que disminuyó considerablemente el alcance del ataque, quedando en una incisión de 15 milímetros. El cura fue condenado a muerte y ejecutado.
En enero de 185, cuando la reina acudía a ver a la Virgen de Atocha en su habitual carruaje, un toro suelto por la ciudad se puso a la misma altura del coche donde viajaba la reina y ambos mantuvieron una tensa carrera ante la mirada de los asustados viandantes. El cochero espoleaba cuanto podía a los caballos que galopaban para huir del nervioso animal. Finalmente el toro dio por finalizada la carrera sin llegar a embestir, ni al carruaje, ni a los equinos.
Quizás el apartado que más dio que hablar fue su vida íntima y sentimental. Lo cierto es que casi todas las crónicas de la época coinciden en su alta y ajetreada vida sexual, catalogándola de ninfómana.
Al anterior hecho hay que sumarle su matrimonio con Francisco de Asís, a la edad de 16 años, del cual también era conocida su homosexualidad. De hecho, dicen que al conocer el nombre de su futuro marido, Isabel se negó rotundamente gritando: "¡No, con Paquita, no!".
Su matrimonio con Francisco de Asís dio lugar a muchísimos episodios y comentarios, quizás el más sonado es la respuesta que Isabel II le dio a un embajador que le preguntó por su noche de bodas. La reina afirmó: “que voy a decir de un hombre que en la noche de bodas llevaba en su camisa más bordados que yo en la mía”.
Para saciar sus deseos pasionales y carnales tuvo que recurrir a numerosos amantes, desde guardias alabarderos a militares de alto cargo o nobles. Entre ellos se habla de Emilio Arrieta, el general Francisco Serrano,el general O´Donnell y un largo etcétera. Según parece llegó a decir antes de fallecer en Francia: "Me echaron de España por tener amantes".

Fuente: Secretos de Madrid